jueves, 19 de septiembre de 2013

Para ti.

Es curioso, a algunos la vida se les queda corta, y a otros se nos hace demasiado larga.
¿Cómo seguir si ya no estás?Si nunca vas a estar... 
¿Por qué, eh?¿POR QUÉ COÑO TE HAS IDO? YO TE NECESITABA.
Voy a volverme loca sin ti. Y lo sabes. Y no te importó destrozarte la vida...
Y aquí se queda María. Sola. Sabes que no te voy a olvidar, no me voy a recuperar de esto, lo sabes perfectamente, Javi.
Te echo muchísimo de menos. Te quise, te quiero, y te querré siempre. 
Porque eres lo mejor que me ha pasado. Lo mejor que podría haberme pasado...
Te prometo que voy a intentar no llorar más. Sé que, desde ahí arriba, te duele verme llorar. Pero es que demasiadas veces las lágrimas expresan lo que las palabras no pueden. Y yo nunca fui una chica de palabras. Los tablones, los privados y comentarios preciosos... todo eso era tuyo. A ti sí que se te daba bien sacarme una sonrisa con un par de líneas. Con menos de un par de líneas también, con un simple hola me tenías sonriendo como la tonta enamorada que era, que aún soy...
Nada tiene sentido ahora que te has ido. Nada.
¿De qué me sirve estudiar?¿Para qué quiero el carnet de coche si ya no iré a verte?¿Y para qué viajar?¿Y leer, de qué sirve leer preciosas historias de amor si no podré seguir viviendo la nuestra? Nuestra historia de amor...
Ahora sólo me queda dormir. Ahí, en el mundo de los sueños, ahí es dónde me encuentro contigo, mi ángel...
Recuerda: "Soulmates never die."
Nos vemos esta noche.


P.S. I love you.

Siempre tuvimos los días contados...


Puse rumbo a ningún lugar, todo este tiempo he estado tan perdido 
Amigo de la soledad, soy como un caminante sin camino
Todo acabó y fue tan fugaz, no terminamos lo que construimos
Ahora nos toca recordar que somos marionetas del destino
Me acuerdo de tus prontos, tus movidas, de tus idas y venidas, de tus fobias y tus filias...
No sabes todo lo que me arrepiento, cuando sueño que estoy dentro de tus piernas todavía...

No fue lo que pudo ser, qué extraña esta forma de doler


Siempre tuvimos los días contados...

JM6510~  

Ve dónde el corazón te lleve.

"Los muertos no pesan tanto por su ausencia, como por lo que entre ellos y nosotros no ha sido dicho.

viernes, 23 de agosto de 2013

Que vivamos para siempre y que seamos jóvenes eternamente.

Es durante la adolescencia cuando empieza a formarse alrededor de nuestro cuerpo una coraza invisible. Se forma durante la adolescencia y sigue aumentando a lo largo de toda la vida adulta. El proceso de su crecimiento se parece un poco al de las perlas: cuanto más grande y profunda es la herida, más fuerte es la coraza que se desarrolla alrededor. Pero después, con el paso del tiempo, como un vestido que se ha llevado demasiado, en los sitios de mayor roce empieza a desgastarse, deja ver la trama, repentinamente por un movimiento brusco se desgarra. Al principio no te das cuenta de nada, estás convencida de que la coraza todavía te envuelve por completo, hasta que un día, de pronto, ante una cuestión estúpida y sin saber por qué vuelves a encontrarte llorando como un niño.

Memories.

Vamos a sentarnos a hablar, vamos a dejar el miedo, la vergüenza, y todo eso que nos hace huir al uno del otro, atrás. Voy a decirte lo que siento, sin callarme absolutamente nada, voy a contarte que a tu lado he sido la persona más feliz del mundo, y que me has hecho sufrir como nadie antes lo había hecho. Voy a decirte lo mucho que me gustan tus ojos, y a explicarte por qué me vuelve loca tu sonrisa. Voy a susurrarte al oído el te quiero que aún no te he dicho, voy a cogerte de la mano, y llevarte a donde quieras, a donde tú me pidas.

miércoles, 5 de junio de 2013

Patético.

Últimamente (desde que te conozco, hay que aclarar), mi cabeza ha estado dividida en dos personas (yo las llamo cariñosamente María Buena y María Mala) y, más últimamente, la llamada María Mala le ha ganado la partida a la Buena. Por goleada. No es nada raro, tú no le dabas ningún argumento a la Buena para defenderse, lo que conllevó una serie de episodios depresivos por parte de mi persona (sin división de cabeza). Y lloraba, y lloraba, y lloraba... No tienes ni idea de todo lo que he llorado. Que patética me sentía. Maldito hijo de puta. ¿En serio te extrañó que me fuera con el primero que me dio el poco cariño que se supone que me tenías que dar tú?

Quizás...

Y quizás la razón de esa desconfianza, de esa indecisión, de ese miedo, de ese "¿le molestará si le hablo?", de ese no saber qué decir, de no querer hablar con ningún tío por Tuenti, Twitter o cualquier red social se deba a que me acuerdo demasiado de cómo empezó nuestra historia. Y no quiero repetirla, con nadie. Con nadie que no seas tú.